martes, 10 de marzo de 2015

Un tiempo


Al fin llamó.
Yo estaba en pijama
leía un folleto 
que me habían pasado por debajo de la puerta.
Iba a cumplirse el mes desde que me dijo
que necesitaba un tiempo.
Hola Malena, susurró
no Male, ni Malita
Malena.

Me pidió vernos el domingo
había tomado una decisión. 
Apenas corté, me puse a llorar.
Ese mes mi vida se había repartido
entre el trabajo
mis sesiones de terapia
(que subieron a dos por semana),
un par de amigas,
reiki, flores de bach
y un encuentro con una mujer
que adivina la suerte.

Así, con el folleto aún en mi mano
me pregunté ¿por qué ?
¿Por qué basta que uno de los dos diga "no",
para que sea "no" ?
De la misma forma
si el otro dice "si"
¿no puede ser "si" ?

Quién decidió que estos asuntos
los define
el que no ama,
el que no sabe,
el que ya no desea.

Pensé en llamarlo,
para que esperar más
que me viera en pijama
con el pelo desarreglado
los ojos hinchados.
Que más daba,
que me dijera todo de una vez
para poder salir corriendo
meterme en la cama
y desaparecer.


Eso quería.
Me sequé las lágrimas
puse la pava para un té,
fui al placard.

Pensar qué ponerme
me llevaría un tiempo.

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