domingo, 9 de noviembre de 2014

De carton




                                                                        A mi abuela Trinidad.


Tus sabanas blancas de algodón
con flores  violetas  y amarillas
vapuleadas por el viento
delimitaban el patio en común
entre tu casa y la mía. 
Me gustaba sorprenderte
detrás de esas sabanas. 
Vos hacías como que no me habías visto
me invitabas a tu casa,
no sin antes preguntar
si mi madre sabía que estaba ahí,
con vos.

Tomábamos mate cocido con leche 
sentadas una frente a la otra
sin hablar. 

Tus ojos azules apenas se veían
detrás de la armadura de cristal. 
Mojábamos pan en el mate cocido
te miraba las manos 
tus dedos largos de pianista. 
Sacabas las cartas del cajón
las mezclabas suavemente
cuidabas que estuvieran los comodines
los ochos y los nueves. 
Jugábamos sin prisa
casi siempre me ganabas
eso me ponía algo contenta. 

Tus manos olían a barajas de cartón
a esos ratos de aburrimiento consentido,
acompañándonos. 

No tengo tus manos,
ni la talla de tus vestidos
tampoco tu ojos              
                         Guardo
tus silencios
que ahora
son los míos. 



domingo, 5 de octubre de 2014

Lectura de verano



Esta es una revista estival que hace Silvana Baylac, con mucha alegría y creatividad.

Podrán encontrar relatos, sueños, cuentos, anécdotas, dibujos... historias.

Pasen y vean, tengo además la alegría de participar en esta edición.


Ver Captura de pantalla 2014-10-02 20.12.16.png en presentación



 http://issuu.com/seelvana/docs/lectura_de_verano_-_printemps

sábado, 20 de septiembre de 2014

En la vereda


Estoy en la vereda de la casa de mi infancia
la casa
en la que vivimos todos juntos
y ver  una señora en ojotas
que camina por la calle
con un bebe en brazos.
Detrás vienen dos niños, 
más o menos de mi edad
juegan con unas botellas de plástico.
Uno de ellos me mira al pasar
saca su lengua.
El otro se para frente a mí
y abre bien (grande) su mano.

Sin saber que hacer
me quito la gomita que sujeta mi pelo,
se la doy
tiene plumitas rojas.
Él la mira
se la pasa por la cara.
Ríe, cerrando los ojos.
Después la pasa por la mía,
me río también.

No sé cuanto tiempo pasa
tengo la imagen
de su madre que vuelve
del esmalte celeste de las uñas
del ruido de las ojotas sobre el pavimento
estamos  nosotros
sentados en el cordón
jugando todavía a ver
quién aguanta más. 

lunes, 15 de septiembre de 2014

Un viernes de agosto


Es un viernes de agosto
mientras miro por la ventana
con una taza de café en la mano pienso
donde estarás.

Me pregunto si te habrás levantado,
si habrás visto el día de sol
o estarás todavía durmiendo.

Me pregunto cuantos inviernos
por delante quedarán
sin que estés acá.

A lo mejor el día es hoy
en un rato, en la calle
en el subte o en la cola del banco
porque hoy tengo que ir al banco.

Quizás,
no falte tanto
para cruzarnos
que vos me veas,
yo también
y que nos demos cuenta
que somos
nosotros.


sábado, 13 de septiembre de 2014

Colores al sol


La mujer pone a secar al sol
un color
al lado
otro.

La remera blanca, el pantalón verde
el suéter marrón. 

Colores al sol
para abrazar,
para volver a abrazar
el cuerpo frágil
de una mujer
que espera.
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Hortensias en el jardín


Nunca me gustaron las hortensias.
En la casa de mi abuela había una planta 
en el cantero de adelante, antes de la reja.
Sus hermanas me decían
que las mujeres de las casas donde había hortensias
no se casaban nunca
y yo me quería casar. 
Así que le pedí a mi mama que nunca pusiera
esas flores en nuestro jardín. 

Pasó el tiempo 
mi abuela murió y vendieron la casa
con las hortensias que aun permanecían.

Cada vez que hoy 
paso caminando por la casa
las veo
estiro la mano por entre la reja
en el intento de acercarlas a mí.